Iba
a sonar el timbre, iba a bajar con las tres llaves. Primero el candado. La
cerradura de arriba y la de abajo del candado.
Acelerados
íbamos a entrar por el pasillo, yo le iba a agarrar la mano, suave y con apuro.
Íbamos a pasar la primera puerta despacio y ya dentro íbamos a mirarnos.
La
campera, el cierre hasta abajo.
Mi
camisa botón por botón.
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