sábado, 5 de julio de 2014

MONOPOLIO




Iba a sonar el timbre, iba a bajar con las tres llaves. Primero el candado. La cerradura de arriba y la de abajo del candado.
Acelerados íbamos a entrar por el pasillo, yo le iba a agarrar la mano, suave y con apuro. Íbamos a pasar la primera puerta despacio y ya dentro íbamos a mirarnos.
La campera, el cierre hasta abajo.
Mi camisa botón por botón.













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