Es
lindo esconderse, taparse. Que no te vean.
Es
lindo tener secretos.
Es
lindo que nadie se entere.
¿Van
a abrir la puerta? No. El ruido de las llaves pasó.
No
le dije eso a la tía. Te mentí. Cuando te dije que la tía había preguntado para
quién, qué decían las pinturas que hacías, le dije que pensaba que estaba yo
entre medio de tus pinceles y colores, que me manchabas toda a veces o yo me
llenada de pintura.
La
tía estaba en el hospital, con las piernas abiertas. Iba a nacer Pedrito. Las
enfermeras cantaban una canción. A mí me gusta más la versión de Loli Molina y
Paula Maffia. Contemporáneas. Las chicas que muestran. Cantaban canción para
bañar la luna. Mientras yo, que también estaba ahí, le respondía a la tía eso y
me sentía en escenarios y bailaba, las enfermeras cantaban y venían
por el pasillo y los dos doctores con las guitarras haciendo pasitos al compás.
Las
ventanas estaban abiertas porque en noviembre hace calor en todos lados. Blanco lleno de luz.
Pedrito
fue Sandra al fin, me reí por un rato largo cuando a la tía se le ocurrió Sandra.
Y me pareció tan original. Qué estilo, dije.
Bueno
sí, te mentí. Porque cuando te vi estabas ahí sentado en el banco entonces te
miré y te conté que la tía y Sandra. Y te conté que la tía quería saber del
significado de esas preguntas, de esas pinturas, de los trazos y de tus
pinceladas. Pero vos me preguntaste a mí y
entonces te mentí.
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