Soy Rosita.
Hola.
La parte de
adentro se me cambió.
Antes de que
existiera lo que empieza a existir tenía otro adentro, y lo que ahora me sale,
mi calor, lo que ahora ven mis ojos, no reflejan lo que estaba, porque lo que
estaba no tenía adentro lo que ahora sí.
Apareció una
verdad.
Un algo, lo que
queda dicho.
Una impresión.
Una sensación.
Una referencia.
El contenido de
un sueño.
Lo que logra
estimular.
Algo que es para
vos y no es para vos.
Algo mío.
Algo tuyo que
ahora mío, porque antes ni tuyo ni mío. Antes nada o los ojos cubiertos de lo
que la compleja existencia deja mirar.
Apenas empezó el
invierno empezó el verano.
Los senos
descubiertos.
La suavidad
redonda.
Dicen que soy
graciosa, que me densifico en el silencio.
Hay olor a
primavera por momentos, me dijeron hoy, que los emano, porque soy rosa, clara y
suave.
Lo que es muy chiquito se hace grande, tiñe de todo al todo. Impregna.
Una ráfaga azul
que despierta, se adueña de una manta que sirve para calentar.
El punto de
contacto. El encuentro en sí. El hecho, lo que es y lo que se interpreta. El
estímulo y el sentido.
Si todo es un
invento empalagoso, no sé lo que tengo pero lo tengo y ya.
Rosita Rosita, me susurran al pasar.
No toqué el
horizonte donde me he de anclar.
El agua espesa
chorrea por todo el lugar.
El agua aceitosa
y pesada me empieza a arrastrar.
Un giro, un
cambio. Llena.
Soy Rosita, hola.
Sí, adelante, ya
podés pasar, ya podés mirar, ya podés tocar.
Dibujo: Luciana Gamberini |
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarÉste pasó de ser el súmmum de lo sexual, lo suave y lo rosa, lo piel, Para ser una ráfaga de maternidad y ternura, de algo muy chiquito que tiñe de todo al todo, el contenido de un sueño, lo que logra estimular.
ResponderEliminarLas interpretaciones que cantidad de mirantes y escuchantes sean. Esa es la relación. Un trabalenguas que se entiende. El dibujo surgió de la mezcla de ternura y pasión, y la vuelta en sí mismo. El pom pom es el mismo lugar adonde está parada le chanch. Jaja qué risa.