I
¿Cómo
se hace? No sé.
Supongo
que alguien le dice algo al otro, y así empiezan.
Dos
chicos comieron una mandarina [1]
y se miraron un largo rato.
Desgajan
la mandarina mientras se ve cómo abren y cierran los ojos.
Perfiles
de frente.
Comen
la mandarina.
Después,
cuando ya terminaron de comer, giran los pedales, se ven zapatos, dos pares
siempre y se ven unos de un color y después de otro.
No
se llega a ver la cara de ninguno, sólo se los ve rodar. Son ellos y podrían
ser cualquiera.
Se
ven globos, bien enteros, se ven sus partes redondas volando por el cielo, se
ven sus bordes, se ven transparentes y llenos de aire.
La
luz los refleja, la luz nos encandila entonces fruncimos los ojos, y los
volvemos a abrir grandes, bien grandes para ver por dónde vamos ahora. Somos y
son puntitos en lo celeste.
Vamos
en los globos, viajamos instantáneos, livianos, casi invisibles, para ir a
cualquier lugar, llenos de aire, por donde nos lleva el viento. De pronto nos
acercamos y al instante nos envuelve la lejanía, imperceptiblemente cerca.
Dibujo: Luciana Gamberini |
I
BIS
La
gestación de un encuentro, dos que se miran, dos que comparten y comen de lo
mismo. Dos que pedalean. Dos que llenan globos con su aire, dos se dejan ir en lo que dan. Dos que quedan a
merced de lo incalculable, lo que viene dado, dirigidos por el viento que los excede,
se acercan y se alejan queriendo y no. Dos que se vacían y vuelven a ser.
[1] Una mandarina o cualquier cosa
compartida.
Pistas de audio: José de San Martín - Como piedras. Marina Fages y Lucy Patané.
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