domingo, 12 de octubre de 2014

MARÍA NARANJA VERSIÓN DEL INICIO



María Naranja ahora es espesa y contundente. Ya se cansó de las papas noisette y del crochet. Ahora une palabras porque le suenan bien.
María Naranja es un invento como es la fibra que está acá al lado, la billetera y el billete de adentro. Es una idea, es alguien.
María Naranja toma whisky aunque no le conoce el gusto. Toma cuando le sirven.
Toma igual.
Un día Naranja se descubrió del todo, se acordó de mapas que ya estaban escritos, miró y dio sus apreciaciones.
Los arboles torcidos estuvieron en su mejor posición.
A María le gustó subirse a uno de ellos y trepar.
Un día encontró una naranja, se sentó en la rama y empezó a chupar.
El sol salió y le dio una intensidad tenue. Casi se hacía de noche y María Naranja comenzaba a bailar.
Corrió lento y miró los peces.
Vivió en parques silvestres donde se la quisieron comer. ¿Para qué?, se preguntó un día, habitada por la gran expectativa.

Desde ese tiempo trepa tres arboles por día, succiona y encuentra el jugo que la fundamenta.




Dibujo: Luciana Gamberini


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