sábado, 30 de octubre de 2021
NUBLADO A LA TARDE
martes, 11 de mayo de 2021
NÚMEROS
En casa hay empanadas sobre la mesa el calefactor hace un máximo constante como un viento o una hornalla, algo saliendo de alguna parte a alguna parte todo el tiempo. Una especie de constante tensión ondulada.
Antes un montón de cuadros en las paredes. Un bar que también está en buenos aires pero esto es un pueblo y adentro era buenos aires o algún otro lugar por donde anda juli o sofi o bueno toda la gente que está en otros continentes.
sábado, 1 de mayo de 2021
PELUDO ROMPE HUERTA
o en verdad las semillas se conservan ahí debajo y entonces crecen alto y alto para salir a la superficie
y mi intento de arreglar con el rastrillo y emparejar no convenga
peludo hace pozo casa cueva y lo que saca del hueco de la tierra lo arroja sin conciencia o cuidado sin la noticia la intuición o posibilidad
él tapa y cubre de montículos de más tierra
pero quizá sea así o el deseo de
sábado, 27 de marzo de 2021
ERA CHICA DICE QUE CUANDO
La
abuela Amalia fue con el abuelo Omi una mañana a casa. La abuela ahi se quedaba en la camionetita rastrojera blanca. A la abuela le gustaba
decirme todo lo que se acordaba como por ejemplo fechas de cumpleaños. No sé si alguna vez hablamos de verdad. A veces yo veía que la abuela también inventaba
historias. Cuando papá y yo la íbamos a visitar, pasaba lo mismo. La abuela desde
la cama y papá, al lado o en frente, contaban historias disparatas. Como por ejemplo que mi papá le preguntara por la anécdota en la que ella le había tirado un ladrillo a uno que estaba en el baño. Un baño afuera techo de chapa. Ahora me parece que puede haber sido cierto. Yo me
preguntaba si sería verdad, siempre me parecía que no.
Mi papá me contaba cuentos, especialmente uno sobre unos gitanos que cuidaban a un chico que apareció o secuestraron o porque se perdía, no me quedó claro, en la historia siempre veía al chico en su bicicleta y a un auto como el que teníamos, que sería de los gitanos, pero de color verde más manzana, el que teníamos era de un verde entre agua y apagado. Y me imaginaba a la mamá del chico con un delantal de cocina y las manos con harina abriendo una puerta que se parecía a la puerta de la casa de mis abuelos.
+++
En el patio de casa hablando con la abuela Encarnación y también en las cajas con cartas guardadas. Datos, fotos y recuerdos. Pisadas con un pisa papas que sacan por sus agujeros largos
hilos pastosos y frágiles que se desparraman en frases
De las cajas salían algunos que estaban en Mar del Plata haciendo
teatro, o con taller mecánico o vendiendo sweaters. salían pedazos de mar con tardes de visitas y masitas de paquete recién abierto anillitos de color
rosa, blanco y amarillo. Hay motos, guitarras y el tema de la cuenta
regresiva, del cassete verde y blanco sonando una y otra vez. Mi hermano
imaginaba o era guitarrista. Yo actuaba frente a los espejos y también ando con un cuaderno.
Cuando estaba en la habitación de la abuela Encarnación me gustaba escuchar música fuerte. O abrir el ropero. Lo que más me gustaba era un pañuelo trasparente que me ponía de vestido. A veces.
Espacio blanco.
(...)
Coge todo eso,
utilízalo.
Raymond Carver
Pero además las cosas que aparecen y que dicen algo que no es como es pero al estar escrito...
jueves, 25 de marzo de 2021
24 DE MARZO FUE AYER
fue ayer
que de tres quedaste vos, foto de bebé al medio
el asco
cómo una persona es capaz
cómo, funcionarios públicos
algunas
fuertes tallo erguido buscan sufren y reclaman
vacío y gritos, del frio a las quemaduras, de la excitación al horror, de las guitarras a los cordones, del hogar a la celda, todo así de salvaje y extremo, de imposible a hecho, de aun no saber, de estar poniendo las cosas en su lugar, y de cada gesto, sueldos enormes, enormes sumas, y excesos, y esta vida que no, y se necesita lo mismo como cada vida, pero qué se creen algunos.
no entiendo, prefiero recolectar tomates.
lunes, 15 de marzo de 2021
domingo, 14 de marzo de 2021
PRIMER DÍA DE VERANO
Primer día de playa verano ya en noviembre 3 en el mar hacen surf
y me escribiendo sobre cómo se mueve tu cuerpo, un cuerpo, cómo se revuelcan entre las olas y saltan, empujan y chapotean.
Mientras, me saco una mosca insistente que me tiene tan podrida que hace que
dejo todo y me sumerjo en el mar.
Pero al fin lo escribo y hoy domingo leo al despertar.
lunes, 8 de marzo de 2021
HUEQUITO
una sensación de vos que me gusta y no quiero perder,
como un huequito que no se llena y
es lindo pasar el dedo
sábado, 6 de marzo de 2021
EL DÍA DE LA HABITACIÓN 107 B
de Liliana Campazzo, en la primer página escribí con lapicera azul
Este día escribí 107 en la habitación 107 B, donde estuvo mi mamá (día sábado mi papa se quedó a la noche con ella, ahora no me acuerdo exactamente). En el texto dice que por suerte estaba la cama de al lado vacía y se ve que mi papá pudo dormir. Ahora parece que me viene el recuerdo de ese día de lluvia. Yo fui a Pez Dorado en bici. Cuando llegué pregunté cuándo empezaba la presentación
ya había terminado
igual me sentí feliz, me compré el libro y hablé con Liliana que era como estar en viedma, en el río con el gera, leandro y toda la gente querida de la zona
estaba en el patio con un vaso de vino cuando llegaron Ana y Juli, me acuerdo que hacía calor, no había nadie en el patio. Al rato fuimos a Tijuana, ya casi que esto es como algo no vivido, O quizás algo me acuerdo, pero es que ahora se me han renovado los recuerdos y la piel suavecita de Silvestre y toda su sorpresa e ilusión.
15
y vos no estas
dice
con un aire de hierro rojo en las costillas
(Poemas del Aire. Liliana Campazzo
Vela al Viento Ediciones Patagónicas
2017)
domingo, 21 de febrero de 2021
AUN NO SÉ
Hace unos días se murió tu papá se muere tu papá mi mamá y todavía no sabés cómo va a ser y yo casi me olvidé de cómo fue y sensaciones como olas forman el movimiento
Y respirás lento y te mantenés tranquilo y relajado: todavía no sé dijiste
Y si fuera el mismo caudal
Almas que sostienen al universo que se hacen girar en planeta que hace las mareas el viento el amor y que vienen y van
sábado, 20 de febrero de 2021
EL ESCRITOR
I
El escritor
se quedó en silencio.
Se había
despertado con ganas de comer sándwiches de miga primavera: lechuga tomate
queso y jamón.
Antes había
leído sobre la gravedad y había escuchado el tema que hace Don Bunker. Había
enloquecido en el baño creyendo ser él.
Antes había
estado hablando sobre ocupaciones y cosas aburridas, sólo por querer
contactarse con otro.
Después
había vuelto a escuchar esa misma canción, y recordó que antes había creído que
reconocer algo conocido le daba mucha satisfacción.
Había tenido
calor y las manos hirviendo. Sus palmas se habían revuelto en el agua.
Ahora
escuchaba atento el punteo.
II
Transpiró.
Es verano. Desde hace unas horas es verano.
Está con la
boca cerrada mientras sigue teniendo calor.
En silencio
se acerca a la ventana y ve cómo brillan las luces de navidad.
Los autos
pasan, el calefactor hace ruido piloto, y nada se le viene a la cabeza. Espera
atento la aparición de alguna idea.
Revisa el
teléfono esperando alguna sugerencia, desea que le cuenten alguna historia, que
le pidan; ilusiona ponerse a copiar.
Corre la
cortina, los sweaters están amontonados en un costado.
Abre las
ventanas.
Sale al
patio, riega el malvón.
Mira a los
lados y el piso blanco liso de nieve. Sólo unos trajes naranja a lo lejos. Nada
más. Un campo cristalino y estridente. La Antártida o un desierto blanco.
Arriba está
celeste grisáceo, y el sol pasa entre las dos tonalidades. No llega a ser lo amarillo
que es.
Está quieto,
tiene unas hojas en la mano, las sostiene tan suave que caen. Desciende en su
búsqueda y ve que sus pies comienzan a derretir ese suelo blanco nieve, se
hunde despacio, se da cuenta, también, que ya no lo sostiene. Se da cuenta que
para escribir necesita que algo le pase. Se da cuenta que la palabra también se
escribe después de decir alguna primera cosa para hacer referencia a que se
repite esa primera, pero no le importa nada de nada. El escritor quisiera
olvidarse de todo, o solo cantar, quisiera saltarse las reglas, desconocer y no
volver a recordar.
Después de
hundido escribe que el suelo no lo sostiene, etcétera.
Que algo le
pase significa venírsele encima o chupado por un océano, bajo la superficie que
lo inunda ahora que el agua le llega a la nariz.
III
Otra vez,
pero otro tema, ahora suenan las algas al pasar y también recuerda otra melodía
de Don y vuelve a jugar a que es él, entonces aparecen las cámaras que lo filman,
porque ya lo consiguió.
Y ahora lo
buscan.
Escribe
historias desde el fondo, es escritor, cantante y guitarrista y las cámaras lo
captan.
IV
No poder
escribir fue lo más grave, una boca cerrada llenándose lento a montones de
palabras comidas.
En los
buenos tiempos, se desvanecía ante sus propios ojos, para volverse frío abierto
y amplio, llano, inmenso, se dejaba crecer y volvía a desaparecer.
Iba y
volvía, salía al patio, a la vereda, admiraba el malvón. Se miraba la nariz,
cada detalle con detenimiento.
Se miraba al
espejo.
Perdía el
tiempo.
En la otra
cuadra construían una casa. En la otra cuadra había dos conociéndose.
El escritor
creía que el romanticismo o que la compotera, o que las papas fritas. Le daba
lo mismo.
V
Ah, el
escritor.
Despoblado.
Un monte sin árboles. Raso de cielo. Grande y fértil, hectáreas de potencia
vegetal.
VI
Las luces de
navidad siguen titilando como de costumbre.
En la
madrugada el escritor se despierta con una historia entre medio.
Se levanta
con esmero y entusiasmo, se prepara, va al baño, se mira se lava los dientes se
lava la cara se lava las manos se lava los pies.
Es verano,
piensa, apaga el calefactor y sale a buscar frescura.
Por fin,
como hizo la madrugada anterior, come duraznos en almíbar.
Por fin,
enuncia el escritor, por fin.
Lleva unos
duraznos a la mesa y escribe.
Después,
llama Epitelial a su poema.
Su piel es
suave
Natural y
sencillo,
Cuando le paso
la lengua sigo creyendo:
Suave de acá
hasta acá.
Sus curvas
esconden un misterio giratorio.
Un revés que
da vuelta.
Mi lengua se
entrelaza en el metal plateado [1] y su carne tierna.
Duraznos.
Almíbar.
Y el
escritor vuelve a mirar a los costados y vuelve el desierto blanco y los trajes
naranja que se ven a lo lejos amontonados de a tres o cuatro.
Está
sobresalido del frío que hay. Congelado todo para afuera.
Entra al
iglú.
Mira por la
ventana y ve que las hojas que acaba de escribir quedaron ahí y buscan
entrelazarse con el suelo blanco que las introduce, que las hace homogéneas a
su trasparencia.
El escritor
sale con el mismo esmero con el que se despertó.
Corre entre
el viento gris celeste e indiferente, agarra las hojas que chorrean. Entra y
las transcribe en el hogar primaveral.
Sale al patio y riega el malvón.
Un
termómetro se ensancha y se comprime.
Y el
escritor descubre que quiere nadar.
El agua sostiene cuando el escritor hace
la plancha, lo envuelve cuando baja al fondo. Su boca se seca de tanta humedad
que hay fuera y quisiera tragar.
[1] Un arito en
una oreja, una cuchara abriendo un durazno en dos.
martes, 16 de febrero de 2021
ENTRE LAS 6 Y LAS 7 DE LA MAÑANA
En casa estamos haciendo espacio.
Descubrí ayer, que si pongo la mesita entre el mueble y la
mesa de luz, como si estuvieran pensadas las medidas de la silla y de la cama
con esas dos cosas juntas, hubiera sido milimétricamente calcula para que un
15 de febrero las hubiera colocado unidas y hubiera mirado las estrellas como
el mono que descubrió que podía agarrar la banana con un palo. O algo así quizás
haya sido en una pelea al agarrar un hueso para potenciar fuerzas contra otro mono. O
la primer mano y el mensaje, los primeros trazos.
Yo antes escribía de un modo indescifrable, era todo tan rápido
pensaba que escribir y concretamente hacer eran la misma cosa pero también me
gustaba alejarme de las cosas y deformarlas y estar sola y escuchar mezcla de
grillos pájaros y más. Ninguna voz, ningún auto, uuu uuu uuu ¿sabés que pájaro es?
Jorge está volviendo, alma que apareció y despertó un día, él
a este mundo, él que abrió por primera vez los ojos que empezó a ver por
primera vez las hojas moverse y se asombró por eso, y desde ahí en adelante, café
tango familia sillón, un año nuevo y todo inmenso nuevamente.
Hoy manuel se levantó temprano y se fue a estudiar. Silvestre
se despertó y le di la teta mientras pensaba en ese momento que del día que de
la noche se hace el día, cómo emerge la luz por detrás en la ventana, alrededor
se puebla de un naranja que es el mismo al del naranja con los ojos cerrados al
sol. O no es el mismo porque los ojos.
Manzanas verdades y una pera sobre la mesa.
viernes, 12 de febrero de 2021
CASA O CLAROMECÓ
I
A esta casa la hizo mi papá cuando era chica. Era donde
veraneábamos, después, naturalmente me la fui adueñando.
A lo mejor mi papa la hizo para mí. Es práctica, un poco
chica, por eso el mehari es un ambiente más entre los arboles del costado.
Al lado está Fiyingo, un viejo de noventa y pico que todavía
sube escaleras y arregla techos. En la esquina está Leo y Tomi, los Heim, en el
invierno hacen sonar la motosierra, ahora cocinan panes rellenos, y están
buenísimos.
A la mañana el sol entra por el patio, la ventana de la
cocina tiene un postigo macizo. A la tarde da por el frente, la vereda es pasto
y las calles de tierra.
En la mesa hay de todo, dos teléfonos cargándose mate pava un mouse, dos costureros, un libro, una
camisa, dos botellas de agua, llora Silvestre, eso también sobre la mesa y
suena la estanciera de Leo, todo repleto.
Además, una mezcla de lo que hay en toda casa de veraneo,
más las cosas que estaban en el departamento de Bahía. Recién haciendo cambio
de muebles, saqué afuera una estufita eléctrica y una mesa plegable.
En el piso papá hizo un diseño de cemento alisado con
colores verdes y dorados, además tiene rayas que se parecen a las nervaduras de
las hojas, estar acá adentro también se parece a estar en el bosque.
II
Ahora acá al lado llegó uno a lo de Fiyingo a pedirle la
escalera, Martínez Martínez, varias veces hasta que escuchó
y le hizo que sí, sentí un movimiento de ramas.
III
Qué bien viene acomodar, vaciar, renovar.
Es como crear lunes de mañana, como el blanco o el celeste
clarito.
Refrescante.
jueves, 11 de febrero de 2021
HABITACIÓN 107 B
Humedad
lluvia
es canto de palomas con máquinas de control con un pip regular y constante
ruedas metálicas sobre el suelo
ascensores que se abren que se cierran con voces desconocidas y también conocidas, que pasan como bocinas que suenan que se dirigen a alguien pero no a mí
gente con paciencia con menos paciencia pasos apurados se abren y se cierran puertas
color blanco o grisceleste
suenan timbres llamando enfermeras que hacen loop con suero limpiar medicación
¿los pensamientos son nubes
que se van
son nubes negras y espesas
son nubes plomo?
son nubes de lluvia de agua de lágrimas de pis y caca de porquerías que no sé por qué se meten en un cuerpo de un alma clara que se ríe y evita llorar pero cómo se hace cuando se inunda de
un cuerpo de un alma que no puede correr, ni caminar ni sentarse
o son nubes puras limpias livianas gaseosas apenas traslúcidas
o por eso acá estamos
mamá quedate tranquila
camas y hospital y qué buenos son los médicos y a ese le debemos un montón de regalos de besos y abrazos y a las enfermeras, qué buenas son eugenia y marina y gisela son un amor.
mañana, que el espacio sea de canto de pájaros y el mar amplio profundo y azul
lunes, 4 de enero de 2021
PERSONAS QUE ESCRIBEN
Me muero de ganas de escribir pero también de comer un sándwich de queso tomate de comer un sándwich con enorme pan pebete, ni siquiera aguanto calentarlo, también, porque comer y escribir tienen para mi esa similitud.
Ahora podría hacer unos mates y calentar un sándwich lento para que el queso se derrita pero que el tomate quede casi fresco, ahora me inunda una paciencia puedo salir y mirar el cielo y pensar que estoy bien acá, y que ese sentimiento de tener esta y muchas otras vidas más se vuelve tenue y difuso.
Ahora se viene una tormenta, de esas de mar, que son más grises o estoy en el mar y por eso la tormenta es de mar. Casi que voy a la plaza pero me quedé pensando que por ahí venias de visita.