Soy. Yo soy dual, doble,
triple. Ya ni siquiera estoy en las palabras, me sé de memoria dónde están me escondo atrás de ellas como si
fueran paredes que puedan taparme, tratarme representarme. Monumentos o
grafitis.
No tengo la misma forma. Busqué a
alguien para que me diga me diga me diga me diga, igual así, soy un montón.
Al principio fue que me llamen
de la misma manera, me pidan lo mismo, y esperen de mí, y tampoco me vieron
igual.
No es igual no es lo mismo.
¿Nos separa un abismo?
Ahora vendría la parte graciosa que me
hace sentir.
Ahora viene la parte donde me doy cuenta
del sol y lo miro.
Ahora viene la parte donde busco un
ventilador, por ejemplo.
Me da el aire en la cara.
Podría leer libros y escribir de eso,
podría. Podría olerme
el pelo y oler aún más el jabón del pelo. Pero solo porque pasó poco tiempo
desde la última vez que me bañé. Y escribirlo lo deja intacto siempre así
mojado.
¿Esto tiene cualidad? ¿Logra, como dice Deleuze, ser un Bloque de sensaciones?, ¿se parece a foto? Y también, ¿se parece a La Gioconda?
¿Tantos miran, tanto lo vuelven deseable? Importante.
La mirada.
Otra vez.
Háganme.
Encuentren en mí.
¡Y os daré lo que me pidan!
Encuentren en mí.
¡Y os daré lo que me pidan!
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