VOZ 1
I
El cuerpo que arruga, envuelve, rompe y sana.
Entré al bosque,
sabía que estabas ahí entonces te busqué porque estaba en el bosque y no podía
no buscarte, dejé la bici a un costado y entré. Llovió como llueve en verano, cuando
de repente hay sol, miré al cielo, abrí la boca y cerré los
ojos. Y por un momento me olvidé de vos, cuando me acordé, corrí para calmar mi
ansiedad de verte.
Mis piernas se rasparon con las ramas.
Las calles no
son de asfalto. Tierra de la que nacen plantas y flores. Las
piernas se me habían curado, solo me quedó un raspón chiquito casi invisible en
el brazo, al lado del lunar preferido.
-Tu lunar es una
superficie, es el mundo dentro del mundo. ¿Cuántas
manos tocaron tu lunar?
-A mi raspón
solo lo toqué yo. Nadie se enteró o ahora vos. ¿Qué hay atrás de los ojos? Cuerpo, mezclado con lunar y raspón.
II
Vos tenías el
pelo largo, dejaste que hacía crecer.
Algo obligado
por una ley que avanza.
Un día te
despertaste y lo cortaste mirándote al espejo, queriendo cortar algo más.
La libertad es agarrar una tijera y cortar lo que sobra.
III
Lo que más me
gusta de tu boca es el diente torcido, ese que se ve cuando te reís.
El hielo que se derrite,
los dientes de leche que caen.
El cuerpo es la transformación que no acabamos.
Minúsculo cuerpo
Justo encontré lo
que buscaba, en realidad estaba escuchando cuando me convertí en un músculo
liso, salí de un desde.
Los músculos no
saben si son de verdad o se inventan con el crecimiento de lo que los llena por
dentro, carne que se tensa.
Y entonces las
lenguas se hacen de lenguaje y también de voces que hablan, o sólo un órgano
que sirve para chupar.
Helado de frutilla y chocolate en un cucurucho, entonces, el
helado de chocolate abajo del de frutilla. Cuando ya
no queda helado de frutilla, queda el de chocolate y parte del cucurucho.
Cuando ya no hay
más helado de chocolate tampoco hay cucurucho, o lo hay todo desordenado
adentro.
Donde ya es de
todos los órganos lo tuyo.
VOZ 2
Mi cuerpo que no
fue al trabajo, mi cuerpo que está en otro lado, mi afectividad que sigue donde
mi cuerpo no está.
Mi mamá me enseñó
a justificar. Todo derecho y uniforme.
Mi papá a hacer
trampa, la ficción y los lentes que te ocultan.
¿Está bueno
nombrar?
Nombrar es diferenciar, diferenciar es dar
identidad. Dar identidad es llamar por su nombre. Y llamar por su nombre,
reconocimiento.
Una medalla para...