Hace un tiempo una paloma hizo un nido en mi balcón.
La dejé estar, se tomó el tiempo, dio calor a sus crías, y cuando no fue
necesaria se fue. Y cuando esas mini palomas crecieron, también.
Otra paloma pasó hoy, ésta entró al departamento sin intención.
No la vi venir y no pude con sus
movimientos desesperados. Los viví violenta en su afán de libertad, no pude
agarrarla ni tranquilizarla.
Entre la paloma que anidó y la paloma que evidente se
equivocó hay
un ecosistema de distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario